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Mi refugio

MI REFUGIO
Mi historia es algo divertida aunque, en el momento que ocurrían las cosas no  parecía ser  el  mejor momento para mi, pero después, de todo aprendí que  las cosas pasan por algo.


Desde niño crecí en una familia deportista  donde todos mis tíos y primos practican y juegan softball,
mi familia tiene un equipo propio, entonces todos mis tíos llevaban a sus hijos a practicar.
Mi mamá me llevó a practicar cuando tenia 6 años acompañado de mi hermano y primos; pero  a  mi  la idea de ir; me aterraba  porque pensaba que los niños me iban a molestar, sólo fui un día; el simple hecho de ver al entrenador que era  estricto me asustaba y me ponía  muy nervioso. Ese día  me puse a llorar  y el entrenador  me  regañaba más,  rogaba que terminara ese día. Cuando me mandaba hacer algún ejercicio  veía que todos los niños hacían caso de todo y yo no encajaba;  le dije  a mi mamá que no quería ir nunca más. Mi mama intento convencerme, pero renuente le dije que no me gustaba y no me llevó más.

Luego intente jugar basketball, la verdad  dije que si, solo porque era un equipo mixto y uno de mis tíos era el entrenador, mis amigas y algunas primas estaban ahí, sentía una tranquilidad y un sentimiento de que nadie  me iba a molestar y que si sucedía ellas podían defenderme. Luego de un tiempo, el equipo se separó y no tenia un deporte que practicar.

En la secundaria jugaba volleyball a la hora del recreo con unas amigas; ellas llevaban sus chamarras de selección, a mi me parecía muy interesante porque eso quería decir que eran buenas jugando, entonces también quería ser bueno en ese deporte, eso es lo que me motivo a primera instancia.
Empece a entrenar con niños mas chicos, aprendí muy rápido ya que era muy constante. Mis amigas lo empezaron a notar que yo subía de nivel  hasta que un día me dijeron debes ir con "CHRISTY" el es  entrenador del equipo varonil. No quería ir porque no me gustaba salir de mi área de confort y el simple hecho de saber que había mas hombres me asustaba más, pero me dije, si quieres ser buen jugador  con los buenos debes entrenar; me arme de valor y le comenté a mi papá y me llevó.
Me encontré con una entrenadora perrisima, única e inigualable con él aprendí disciplina, actitud, carácter y  a ser yo mismo.

Mi entrenador fue la más grande ayuda, también los amigos que hice ahí; son más que amigos son como hermanos... bueno HERMANAS porque la mayoría son jotas.
Ahí fue el primer lugar donde me sentí identificado. Pensé hay mas personas que son como yo y viven felices siendo ellos mismos.

Conocer ese lugar (la cancha) y a mis hermanas fue lo más  bello, pero la realidad fue que el VOLEIBOL fue y sigue siendo mi refugio para todo; todo lo  malo se me olvida en este deporte.
Lo digo porque mis padres no sabían tratar el tema de que yo fuera  gay, entonces no les parecía y era un constante sufrimiento el no poder ser uno mismo ni en su propia casa. 

Entonces llegar a la cancha y poder jugar, jotear, gritar, chismear, y que nadie te diga como comportarte  era lo que esperaba todo el día. Solo el jugar mantenía mi alma y mi ser con ganas de vivir. Era el único lugar donde me sentía libre.

En México se juega un evento que se llama circuito nacional gay en una ocasión le tocaba la cede a la ciudad donde nací (Ciudad del Carmen), en ese tiempo no había salido del closet y tenía que hacerlo, ya que en  este evento  toda la ciudad se enteraría. Por que lo anunciaban en todos los medios de comunicación.  Tenia  XV años  y para poder jugar en ese evento tuve que decirles a mis padres que era  GAY,  afortunadamente mis padres lo tomaron bien; jugar en esos eventos  me ayudó como deportista y a crear actitudes personales.
Deportivamente me enseño a ser feroz, aguerrido, dar el cien por ciento  y no rendirme. 
Personalmente a entender que hay muchas personas igual que yo y que eso  no esta mal.

Entonces agradezco al voleibol por ser mi refugio, el lugar donde he hecho los mejores amigos,  por ser el primer lugar donde me sentí libre,  yo mismo y  cuando  tenía  días malos;  el  hecho  de  entrar  a la cancha reiniciaba todo dentro de mi.

Gracias a este hermoso deporte soy feliz. Sean ustedes mismos y que nadie intente cambiarlos.



SONREÍR ES GRATIS 


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